Centrado en la hibridación de arte, ciencia y tecnología, y en abrir nuevas vías en el desarrollo de la investigación en producción artística, el programa del LABOLUZ, como se le llama coloquialmente, plantea una investigación basada en la práctica, la atención al proceso y el trabajo interdisciplinar, al tiempo que mantiene guiños conceptuales con artistas contemporáneos y de las vanguardias históricas. Una investigación en arte y para el arte donde destaca el papel de las tecnologías de la imagen y el sonido, así como el cuestionamiento de la percepción y la luz
La introducción de dispositivos tecnológicos en las obras permite desarrollar la noción de interactividad, donde la relación del público con los dispositivos técnicos transforma los procesos de desarrollo de las obras. Sin las personas, estas piezas no dejarían de ser vacío, pared blanca iluminada, o extraño escenario vacuo.
El LABORATORIO DE LUZ entiende el arte como un medio de conocimiento híbrido, vinculado a todo aquello que tiene que ver con el ser (persona, ciudadanía, entornos urbanos, rurales o naturales) desde múltiples enfoques (antropológicos, ecológicos, psicológicos, sociológicos, urbanísticos, filosóficos o políticos), y con las formas de imaginar esos mundos del ser (artesanales, técnicas, científicas, tecnológicas o simbólicas, y, a menudo, un cruce de diversas formas de hacer).
Francisco Giner Martínez