La presencia y la figura

[ezcol_1third][/ezcol_1third] [ezcol_2third_end]La presencia y la figura

El pasado miércoles 16 de enero a las 20h. se inauguró en el Centre del Carme (Valencia) la exposición La presencia y la figura.

Participan: Rosa Artero · Chema López · Daniel Coves · Javier Palacios · Sergio Luna · Irene Grau · Tania Blanco · Alberto Gálvez · Nuria Rodríguez · Jesús Herrera · Gabriel Alonso · Andrea Garay · Ismael Fuentes · Daniel Jordán · Robert Garay · Abel Segura · José Albelda · Ernesto Casero · Mery Sales · David Pareja · Rafael Carralero · Ana Sansano · Marcelo Fuentes · Jesús Rivera · Alejandro Marco · Lorena Berefull · Eva Borrás · Inés Navarro · José Luis Urbán
Comisario: José Saborit
La presencia y la figura es un proyecto de exposición de pintura que muestra, en un decaído Centro del Carmen, la obra de 29 artistas valencianos nacidos entre la década de los 60 y los 80. En el pasado verano la muestra, que nos gustaría de largo recorrido ya fue acogida en la antigua Lonja del Pesado en Alicante.
Comisariada por el catedrático José Saborit, las obras, “pintura en defensa de la pintura”, pueden desprenderse acaso de su intenso diálogo con compañeros, colegas y estudiantes, dentro y fuera de la Facultad. Un prolongado proceso en el que nuestro literato pintor ha sabido ejercer unas veces de maestro y otras muchas de discípulo. De la fertilidad de esta particular escuela, se han venido a escoger unos 75 trabajos organizados como se ha dicho en cuatro bloques temáticos: el retrato, que acusa aquí su origen funerario; la figura humana, en los elípticos espacios que ha venido enseñando – también- una Rosa Martínez Artero; el paisaje romántico, con o sin detalle vegetal; y finalmente, aunque en menor grado un pequeño número de alegorías de las denominadas “de autor”. Por hablar de gente de la casa, la presencia de José Albelda, Alberto Gálvez y Chema López el joven, eran aquí inexcusables por su calidad e influencia, pero a mí me ha sorprendido encontrarme con Rafi Carralero, Mery Sales y Nuria Rodríguez, como siempre en buena forma.
Si bien la defensa continuada del oficio, parece conllevar la transmisión de determinados estilemas, fondos minimalistas, empastes de luces, azulones, grisallas y pardos, se trata siempre de una pintura eficiente y bien temperada. Quiero imaginar que este clasicismo retórico, más amplio y concreto que lo que se ha dado en llamar “figuración metafísica” o “figuración postconceptual”, será pronto objeto de algún sesudo estudio, porque su huella en la cultura valenciana acusa ya varias décadas y su apuesta antitecnológica, en realidad una rémora para el futuro, parece desdibujada en las nuevas generaciones. De momento casi nos quedamos sin visitar las salas debido a la crisis presupuestaria y la reducción de horarios.
Y unas últimas palabras en honor a la presencia y la figura, excelente título, atravesado de melancolía, que parece glosar las concupiscencias (pasiones y relaciones) de la profesión:
“La voracidad amorosa, el hambre de presencia y figura real, ‘material’, valga la palabra, caracteriza al amor, le distingue de la simple hambre de saber científico. El amor sólo reposa en la realidad, pero en la realidad que tiene una figura. Y en esto de aplicarse únicamente con la figura es en lo que el amor ayuda al conocimiento y es capaz de forjar la idea.”
María Zambrano (a propósito de S. Juan de la Cruz)
——————————-
Luis Armand. UPV.

[/ezcol_2third_end]

Los comentarios están cerrados.